Todo está inventado.
Está todo dicho ya por muertos antes de que nacieras.
Todos nos hemos sentido solos e importantes.
Nadie entiende nada, ahogados en mares de mil lenguas.
Todos somos iguales.
Obtusos, obstinados, ridículos, llorosos, agotados.
Exultantes, arrebatadores, felices, infinitos.
El vacío es el vacío.
Amanece, siempre amanece.
¿Qué importa luz o sombra, camino o derrotero, urgencia
o cicatriz, necesidad o dispendio, vinagre o amor?
Todos somos iguales.
Siempre nos quedará el desencanto.
Imagen:
Jeffrey Smart
Sketch for the Arezzo Turnoff II, 1975
Inventar lo ya inventado. Ese es el mérito que nos queda (o nuestro único consuelo).
ResponderEliminarAsí es. Como mérito o consuelo, seguiremos indagando entre las letras...
EliminarMe encanta cada uno de los cuadros que seleccionas para tus textos. Magnífica elección.
ResponderEliminarMuchas gracias. Busco los que me transmiten emociones parecidas a las que intento expresar, con mayor o menor acierto.
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