Voy a hacerte un poema en versión original de una lengua secreta y húmeda, que nombre el escozor, la ceguera, el escalofrío, que desazonan el aire cada vez que me dejas. Los subtítulos tendrás que ganártelos.
Te afanas en la espiral de un iris, de un ombligo, de una vulva. En su fuerza gravitatoria converges, te expandes en ondas de hongo nuclear. Polvo eres. En polvo te convertirás.